Resum
El artículo explora cómo las competencias del Notariado, aunque consideradas “nuevas”, son en realidad una evolución natural de su función tradicional. En la última década, el Notariado ha adaptado su labor para responder a las cambiantes realidades sociales y jurídicas, manteniendo la seguridad jurídica. Se analizan diversos factores que influyen en esta transformación, como la proliferación de normativas internacionales y nacionales, el aumento de la movilidad global, y la rápida evolución tecnológica. A pesar de la creciente complejidad de las relaciones jurídicas, el Notariado se presenta como una institución flexible y confiable, capaz de facilitar la vida diaria de los ciudadanos y actuar como un puente entre lo público y lo privado. Además, se destaca la importancia de la modernización tecnológica y la adaptación a nuevas competencias, que refuerzan su papel en la sociedad democrática y la economía de mercado.

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